No tengo palabras para expresar lo que ayer sentí. Ver gente de toda condición, en un acto, con la sinceridad patente en sus miradas y en sus palabras resulta gratificante para cualquiera que sea el protagonista. Si encima ese protagonista eres tú y esas gentes son tus convecinos que en gran número asiste con ilusión inusitada, ya digo que no te quedan palabras.
Debo de decir mil veces gracias, porque así lo siento. Cada uno de los que allí me acompañasteis me disteis razones más que suficientes para seguir luchando por Cubas. En ello estamos y en ello seguiremos. Que nadie tenga la menor duda.
Es una enorme satisfacción que dífícilmente podré olvidar.
Gracias a todos.
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